Además de trabajar su propio campo, el mismo donde vivió hasta los 2 años de edad, el agrónomo Carlos Giorgis asesora a muchos otros productores ganaderos de Laboulaye. La zona, que es ríspida por excelencia, le exige un rol muy activo, sobre todo para evaluar las decisiones a tomar entre inundaciones, sequías, salinidad y suelos castigados por la erosión.