La producción, compuesta por diez capítulos, aborda ejes como tierra, agua, semillas, comercio justo y el rol fundamental de las mujeres en la defensa y transmisión de prácticas ancestrales de cultivo. Allí se visibiliza cómo los alimentos agroecológicos, además de ser más saludables y accesibles, garantizan condiciones de vida dignas a quienes trabajan la tierra.